jueves, 8 de abril de 2010

Dmitri Medvédev

Nació el 14 de septiembre de 1965 en Leningrado, (hoy San Petersburgo). Medvédev estudió derecho en la antigua Unión Soviética en la Universidad Estatal de Leningrado. Hasta 1999 enseñó en la universidad, mientras que desde mediados de la década de 1990 fue consejero del comité de relaciones exteriores de la alcaldía de San Petersburgo, de la que sería alcalde Vladímir Putin.

En 1999 se mudó a Moscú luego que Vladímir Putin fue nombrado Primer ministro por Borís Yeltsin. Medvédev fue jefe adjunto del gabinete. En 2001 Putin le confirió la responsabilidad para la ejecución de la reforma del servicio público. En 2002 fue el presidente del directorio de Gazprom, la compañía gasística estatal rusa.

Fue nombrado por Vladímir Putin el 14 de noviembre de 2005 como jefe de gabinete adjunto del primer ministro. En el 2007 fue propuesto como candidato a Presidente de Rusia. Esta propuesta contaba con el apoyo de Vladímir Putin, quien encabezó las listas electorales de Rusia Unida en las pasadas elecciones legislativas rusas de 2007.

Según los resultados de las elecciones presidenciales rusas del 2 de marzo de 2008, Medvédev ganó en la primera ronda. El 7 de marzo fue oficialmente declarado presidente electo de Rusia. Con 42 años, es el presidente más joven desde 1917.

Vladimir Putin

Nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado, hoy San Petersburgo. Hijo único de un inválido de guerra que fue condecorado por su actuación en la defensa de Leningrado contra el Ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Casado con una profesora de escuela, padre de dos hijos.Se licenció en Derecho en la Universidad de Leningrado, donde dio clases con el que sería alcalde de la ciudad, Anatoli Sobchak.

En 1975 comenzó su vida profesional en la Dirección de la inteligencia exterior del Comité de Seguridad del Estado (KGB) en la URSS, donde alcanzó el rango de teniente general. Trabajó para el KGB hasta que en 1991 lo dejó tras ejercer 16 años como espía en Alemania. Se pasó a la política trabajando en el ayuntamiento de la capital de los zares, primero como jefe de relaciones exteriores y como alcalde a partir de 1994. Dimitió como alcalde en 1996 después de la derrota de Sobchak y se transalada a Moscú. Llegó al Kremlin de la mano de un nuevo círculo de amistades que incluye a personajes conocidos en Rusia como "oligarcas" o "jóvenes reformistas", protagonistas del vertiginoso salto a la economía de mercado. Pero ni en ese periodo ni más tarde, tras su nombramiento en agosto de 1999 como primer ministro para desatar la guerra de Chechenia, se olvidó de sus orígenes en los servicios secretos. El presidente electo de Rusia se inspiró desde su llegada al poder en la tradición de la "Lubianka", el edificio sede del KGB que lleva el nombre de la plaza donde se ubica. Si como espía de a pie no ascendió más que a teniente coronel, en los pasillos del Kremlin se aupó a la jefatura del Servicio Federal de Seguridad, heredero del temible aparato policial. En 2000 Putin realizó sus primeras visitas a capitales occidentales en Londres, Roma, Madrid, Berlín y Tokyo. El 25 de enero de 2000 celebró en Moscú su primera cumbre con los jefes de Estado de la CEI. En mayo de 2004 Vladimir Putin tomó posesión de su segundo mandato de cuatro años como presidente de Rusia. También en septiembre de 2004 fue designado presidente de la Comunidad del Estados Independientes (la unión de 12 repúblicas ex soviéticas) en la cumbre de esta organización que se celebró en Kazajistán.

Vladímir Putin ha sido reacio a mostrarse en público y a conceder entrevistas, lo que, unido a su pasado como espía de la KGB, hace que se conozca poco sobre él. Con dosis en gran parte contradictorias de defensa de la democracia y las libertades, autoritarismo evidente, apoyo a la economía de mercado y a la economía dirigida y exaltación de los valores nacionalistas y militares, Putin se ha metido a gran parte de la población rusa en el bolsillo.

Boris Yeltsin

Educado en el seno de una familia sin recursos, ingresa en la Universidad Liberal de los Urales. Cuando finaliza sus estudios desempeña diversos trabajos. Con el tiempo es contratado como ingeniero jefe.

Se unió al PCUS en 1961, conociendo a Gorbachov en 1976 cuando secretario del partido en Sverdlovsk. Fue elegido por Gorbachov en 1985 para acabar con la corrupción en la organización del partido y la ciudad de Moscú. Como alcalde de la ciudad y líder del partido se mostró como un activo y resuelto reformador. Sin embargo, chocó con Gorbachov al empezar a criticar el lento ritmo de las reformas y tuvo que dimitir en 1987.

Su actitud contestataria le hizo muy popular y fue elegido con un gran apoyo en 1989 para el Congreso de los Diputados del Pueblo, nuevo parlamento soviético creado en el marco de la perestroika. Un año después, el 29 de mayo de 1990, fue elegido por el parlamento de la república rusa presidente de Rusia. Desde este cargo comenzó a dar pasos decididos en busca de una mayor autonomía y de una profunda reforma política y económica. En julio de 1990 abandonó el PCUS.

En junio de 1991 fue elegido por voto popular para ocupar la presidencia de la República de Rusia. Cuando estalló el golpe de los comunistas conservadores el 19 de agosto de 1991, se puso al frente de la reacción popular y sus fotos subido a un tanque delante de la "Casa Blanca", el parlamento de Rusia, dieron la vuelta al mundo.

Debilitado Gorbachov, Yeltsin se convirtió en el hombre fuerte de la situación. Tras el referéndum favorable a la independencia en Ucrania, acordó con los líderes de Ucrania y Bielorrusia el fin de la URSS y la formación una Comunidad de Estados Independientes con muy escasos poderes. Cuando Gorbachov renunció a la presidencia de la URSS y el estado soviético desapareció el 25 de diciembre de 1991, Yeltsin, como presidente de Rusia, asumió la mayor parte de las responsabilidades en defensa y asuntos exteriores de la extinta superpotencia.

Su labor como presidente de Rusia ha sido muy polémica. La crisis económica, la no resuelta rebelión en Chechenia, su afición al alcohol y su carácter inestable y su mala salud fueron haciéndole crecientemente impopular. El año 2000 dimitió, siendo sustituido por Vladimir Putin. Falleció en abril de 2007.

Mijail Gorbachov


Mijail Gorbachov político ruso que nació el 2 de marzo de 1931 en Privolnoye (Krai de Stávropol) en el seno de una familia campesina. Se unió a la Liga de Jóvenes Comunistas en 1946 y durante cuatro años trabajó como agricultor y conductor de tractores. Se licenció en derecho en 1955. Su carrera política se inicia con su ingreso en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en 1952. En Stávropol, población cercana a su localidad natal, comenzó a desempeñar puestos menores en la dirección local del Partido.

En 1968 fue elegido segundo Secretario y, entre 1970 y 1978, fue Secretario del Comité central del Partido. Logró ingresar como miembro del Politburó en 1980 gracias a su amistad con Yuri Andropov.

Logró titularse como Ingeniero Agrónomo y Economista en el Instituto Superior Local de Agricultura. Sus conocimientos en la materia le sirvieron para, entre 1979 y 1985, ser nombrado Secretario del Ministerio de Agricultura.

En 1985, gracias a su amistad con los más altos miembros dirigentes de la URSS, ascendió al cargo de secretario general, el máximo mandatario de la Unión Soviética.
Su gobierno se caracteriza por ser los años en los que transcurre la crisis final del sistema soviético, la URSS se encuentra en una difícil situación política y económica.

Aunque no está entre sus objetivos acabar con el sistema comunista, sí que emprende una serie de reformas destinadas en principio a establecer un sistema de gobierno más abierto y transparente: "perestroika" y "glasnost" con las que no consiguió los resultados esperados. El incremento de los movimientos nacionalistas y de la oposición al sistema comunista por parte del sector más conservador del Partido dio como resultado un intento de golpe de Estado que precipitó la disolución de la URSS en 1991, año en el que debió dimitir de todos sus cargos y abandonar la vida pública.

Durante su presidencia la política exterior de la URSS mejoró las relaciones con Estados Unidos y su presidente. Además, ordenó la retirada en 1989 de las tropas soviéticas de Afganistán. Por todo ello, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990.

Es una persona muy admirada en occidente pero no cuenta con la misma admiración en las antiguas repúblicas rusas. Además, los antiguos miembros del PCUS, le acusan de facilitar la abolición del Partido y favorecer la desintegración de la Unión Soviética.

Intento ser elegido presidente en 1996, pero apenas obtuvo votos a su favor. Casado con Raisa Titorenko, fallecida en 1999, ambos tuvieron una hija, Irinia. Es autor de varios libros de contenido político.

miércoles, 7 de abril de 2010

Federación Rusa

A mediados de los años 1990, Rusia era una democracia multipartidista, pero en el gobierno exitían dos problemas estructurales: el enfrentamiento entre el presidente y el parlamento, y el anárquico sistema de partidos. Aunque Yeltsin ganó prestigio en el extranjero al mostrarse como un demócrata para debilitar a Gorbachov, su concepción de la presidencia era muy autocrática, actuando sin tener en cuenta al parlamento.


Boris Yeltsin.

Durante 1993, el contencioso entre Yeltsin y el parlamento culminaría con la crisis constitucional de octubre. Ésta llegó a su punto crítico cuando, el 3 de octubre, Yeltsin mandó a los tanques a bombardear el parlamento ruso (Rusia no había estado tan cerca del enfrentamiento civil desde la revolución de 1917). A partir de entonces, Yeltsin dispuso de entera libertad para imponer una constitución con fuertes poderes presidenciales, que fue aprobada en referéndum en diciembre de 1993. Sin embargo, el voto de diciembre también supuso un avance importante de comunistas y nacionalistas, reflejo del creciente desencanto de la población con las reformas económicas neoliberales.

Pese a llegar al poder en un ambiente general de optimismo, Yeltsin nunca recuperaría su popularidad tras apoyar el fin del control de precios de la era soviética, recortes drásticos en el gasto público y la apertura al comercio exterior en 1992. Las reformas devastaron inmediatamente la calidad de vida de la gran mayoría de la población. Rusia sufrió en la década de los noventa una recesión económica.

Rusia se embarcaría en la más grande y más rápida privatización jamás llevada a cabo por un gobierno en toda la historia. A mediados de década, el comercio, los servicios y la pequeña industria ya estaban en manos privadas. En la base del sistema, a causa de la inflación o el desempleo, muchos obreros acabaron en la pobreza.

La economía rusa encontró la recuperación a partir de 1999 en parte gracias al alza de los precios del crudo, su principal exportación aun quedando lejos los niveles de producción soviéticos.

Vladimir Putin.

Tras la crisis financiera de 1998 Yeltsin se encontraba en el ocaso de su trayectoria. El 1 de enero de 2000, dimitió por sorpresa dejando el gobierno en manos de su primer ministro, Vladímir Putin, un antiguo funcionario del KGB y jefe de su agencia sucesora tras la caída del comunismo. En 2000, el nuevo presidente derrotó con facilidad a sus contrincantes en las elecciones presidenciales del 26 de marzo, ganando en primera vuelta. En 2004 fue reelegido y sus aliados ganaron las legislativas. Se hizo aún más patente la preocupación internacional a finales de 2004 a causa los notables avances en el endurecimiento del control del presidente sobre el parlamento, la sociedad civil y los representantes regionales.

En las elecciones presidenciales de Rusia de 2008, el candidato del partido Rusia Unida, Dmitri Medvédev, apoyado por el entonces presidente Vladímir Putin, ganó por amplio margen a sus opositores en las urnas. Medvédev asumió el cargo en mayo de 2008.





Dmitri Medvédev.

martes, 6 de abril de 2010

La URSS en 1989

El presente mapa trata sobre la URSS durante la Guerra Fría y es de carácter político. Se sitúa en el año 1989, durante el mandato de Gorbachov. Representa el momento en el que empiezan a aparecer reivindicaciones nacionalistas en la URSS y en el bloque comunista debido a las reformas emprendidas por el presidente.
Se representan los países miembros de la URSS, los del Pacto de Varsovia, los aliados del bloque comunista y otros países comunistas que no forman parte del bloque. También podemos ver los aliados de la OTAN y los países aliados con EEUU.

La URSS en 1991

El presente mapa trata sobre la disolución de la Unión Soviética y es de caracter político. Se situa en el año 1991, año en el que finaliza la guerra fría, y la URSS se fragmenta en 16 repúblicas independientes: Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán, Georgia, Tayikistán, Armenia, Azerbaiyán, Kirguizistán, Rusia, Ucrania y Bielorrusia que se representan en este mapa. Además, los distintos colores nos indican los países que formaron parte de la CEI y los que no, y los que pertenecían al antiguo bloque comunista.
El mundo en que vivimos hoy día se diferencia radicalmente de cómo era a principios e incluso a mediados de siglo. Y continúa modificándose en todos sus aspectos.
La aparición de las armas atómicas ha subrayado de forma trágica la índole fundamental de tales cambios. (…)Este acontecimiento ha planteado el problema de la supervivencia y de la conservación de la humanidad en toda su profundidad. (…)
El deseo de democratizar todos los sistemas políticos que rigen el mundo se ha convertido en una poderosa fuerza político-social de primer orden. (…) la revolución técnico-científica ha transformado numerosos problemas —económicos, energéticos, ecológicos, demográficos, de abastecimiento y comunicación—, que considerábamos hace poco como nacionales o regionales, en problemas universales (...)
En una palabra, las nuevas realidades cambian toda la situación mundial. Se debilitan o desaparecen las diferencias y contradicciones heredadas del pasado, pero aparecen otras nuevas. Pierden importancia las divergencias y discusiones anteriores, pero ocupan su lugar conflictos de distinto orden. (...)
Es evidente, por ejemplo, que la fuerza y la amenaza de la fuerza ya no pueden ni deben seguir siendo un instrumento de la política internacional. Nos referimos, en primer lugar, al armamento atómico, pero no se trata únicamente de eso. Todos, y en primer término los más fuertes, deben limitar por sí mismos y excluir totalmente el uso de la fuerza en el exterior. (...)
La nueva etapa exige la no politización de las relaciones internacionales. Nosotros no renunciamos a nuestras convicciones, a nuestra filosofía y tradiciones, ni pretendemos que nadie renuncie a las suyas (...)
Esto es lo que pensamos sobre las leyes que rigen el mundo en el umbral del siglo XX. Claro está que no pretendemos, ni mucho menos, estar en posesión de la verdad absoluta. (...).
¿Cuáles son las conclusiones prácticas de todo ello? Lo natural y lo sensato sería no renunciar a lo positivo que hemos adquirido, hacer que progrese todo lo bueno que hemos conseguido en los últimos años gracias a los esfuerzos comunes.
Me refiero al proceso de negociaciones sobre el desarme nuclear y de armas convencionales y químicas, a la búsqueda de soluciones políticas para acabar con los conflictos regionales y, en primer lugar, a un diálogo político más intenso, más sincero, orientado al fondo de los problemas y no a la confrontación; a un intercambio no de acusaciones, sino de consideraciones constructivas. Sin diálogo político, las negociaciones no prosperarán (...).
En esta situación histórica concreta debemos plantearnos, asimismo, el nuevo papel de la ONU. Consideramos indispensable que los Estados revisen su relación con un organismo tan excepcional como es la ONU; sin él resulta ya imposible concebir la política mundial. Su intensa actividad pacificadora en estos últimos tiempos ha de mostrado nuevamente que está en condiciones de ayudar a sus miembros a resolver los desafíos amenazadores de nuestros días y a seguir el camino de la humanización de las relaciones entre ellos (...).
La seguridad del mundo se basa en los principios de la Carta de la ONU según los cuales todos los Estados deben atenerse al derecho internacional. Al defender la desmilitarización de las relaciones internacionales abogamos por la supremacía de los métodos político-jurídicos en la solución de los problemas fundamentales (...)
La democratización de las relaciones internacionales no significa únicamente que todos los miembros de la comunidad mundial internacionalicen al máximo la solución de los problemas. Significa asimismo la humanización de las relaciones. Las relaciones internacionales no reflejarán plenamente los verdaderos intereses de los pueblos no serán una firme garantía de su seguridad hasta que el centro de todo sea el ser humano, sus inquietudes, derechos y libertades (...)
Hoy puedo comunicarles lo siguiente: La Unión Soviética ha decidido reducir sus fuerzas armadas. En los próximos dos años su número disminuirá en 500. 000 hombres y la cantidad de armamento convencional se reducirá sensiblemente. Estas reducciones se efectuarán unilateralmente. al margen de las negociaciones sostenidas en el encuentro de Viena.
De acuerdo con nuestros aliados del Pacto de Varsovia, hemos decidido evacuar en 1991 seis divisiones de tanques de la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y Hungría que serán disueltas. Retiraremos igualmente las tropas soviéticas aerotransportadas que se encuentran en esos países, así como otras unidades de mayor o menor importancia, con todos sus equipos y material de combate. Los efectivos de las tropas soviéticas en esos países se reducirán en 50.000 hombres y 5.000 tanques.
Todas las divisiones soviéticas emplazadas actualmente en territorio aliado serán reformadas. Tendrán una estructura diferente de la que tenían antes, ya que, una vez evacuados casi todos sus tanques, su misión será claramente defensiva.
Al mismo tiempo, reduciremos el personal y los armamentos de las tropas situadas en la parte europea de la URSS. Las fuerzas armadas soviéticas en esta región y en los territorios de nuestros aliados de Europa disminuirán en 10.000 tanques, 8.500 piezas de artillería y 800 aviones de combate.
Durante esos dos próximos años reduciremos también sensiblemente las fuerzas armadas situadas en la parte asiática del país. Por acuerdo con el Gobierno de la Re pública Popular de Mongolia, una parte considerable de las tropas soviéticas emplazadas temporalmente en ese país regresarán a la patria.
Al tomar estas decisiones tan importantes, los dirigentes soviéticos expresan la voluntad de un pueblo que se entrega a la profunda renovación de la sociedad socia lista. Mantendremos el potencial defensivo del país a un nivel razonable y en cantidad suficiente para que nadie intente atentar contra la seguridad de la URSS y sus aliados.
Con estas acciones nuestras, lo mismo que por toda nuestra actividad en favor de la desmilitarización de las relaciones internacionales, quisiéramos centrar la atención de la comunidad mundial en otro problema actual, el paso de una economía armamentista a una economía de desarme.
7 de Diciembre de 1988

La Perestroika y la Nueva Mentalidad



He escrito este libro con el deseo de dirigirme a los pueblos; a los de la URSS, de Estados Unidos y, de cualquier país (…)
He escrito este libro con la fe en el sentido común de dichos ciudadanos. Estoy seguro de que ellos, al igual que nosotros y esto es lo principal, están preocupados por el destino de nuestro planeta. (...)
Perestroika no es un tratado científico ni un panfleto propagandístico, aunque las opiniones, conclusiones y enfoques analíticos que el lector hallará en el libro se basan, desde luego, en premisas teóricas y valores bien definidos. Más bien consiste en una colección de pensamientos y reflexiones acerca de la perestroika, de los problemas que tenemos planteados, de la envergadura de los cambios necesarios y de la complejidad, responsabilidad y singularidad de nuestra época (...) Gran parte de él se ocupa del nuevo pensamiento político y de la filosofía de nuestra política exterior. (...)
Actualmente, la perestroika se halla en el foco de la vida intelectual de nuestra sociedad, lo cual es lógico porque influye en el futuro de este país (...) También los de más países socialistas demuestran un natural y pronunciado interés en la reestructuración soviética. También ellos están atravesando un difícil pero sumamente importante período de búsqueda en su evolución, ideando y experimentando nuevas formas de acelerar el desarrollo económico y social. El éxito de estos intentos dependen en gran medida de nuestra interacción, de nuestras preocupaciones y empresas conjuntas (...)
No cabe duda de que la Unión Soviética está viviendo un período crucial. El Partido Comunista realizó un análisis crítico de la situación a la que se había llegado a mediados de los años ochenta y formuló la política de la perestroika o reestructuración, una política tendente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a re novar todas las esferas de la vida. El pueblo soviético comprende y acepta esta política: la perestroika ha vivificado el conjunto de la sociedad (...).
En Estados Unidos, como en todo Occidente, existen diferentes interpretaciones de la perestroika. Por ejemplo, se ha dicho que es una medida impuesta por la desastrosa situación de la economía soviética y que implica un desencanto del socialismo y una crisis de sus ideales y últimos objetivos. Nada más lejos de la verdad que este tipo de interpretaciones, sean cuales fueran los motivos de quienes las mantienen.
Desde luego, la perestroika se ha visto considerablemente estimulada por nuestra insatisfacción con el modo en que han ido las cosas en nuestro país en épocas recientes. Pero el más importante de los elementos que la han inspirado ha sido la comprensión de que no se estaba utilizando plenamente todo el potencial del socialismo. Ahora, en el septuagésimo aniversario de la nuestra Revolución, nos damos cuenta de ello con especial claridad (...)
Quiero advertir desde el primer momento que la perestroika ha resultado más di fícil de lo que imaginábamos en un principio. Hemos tenido que modificar muchas de nuestras evaluaciones. Aun así, con cada paso adelante nos sentimos más convencidos de que estamos en el buen camino y hacemos las cosas correctamente.
Hay quien afirma que han sido los ambiciosos objetivos fijados por la perestroika en nuestro país los que han motivado las propuestas de paz que hemos presentado recientemente en los foros internacionales. Tal interpretación es demasiado simple. Es un hecho bien sabido que la Unión Soviética trabaja desde hace mucho tiempo por la paz y la cooperación, y ha presentado muchas propuestas que, de haber sido aceptadas, habrían normalizado la situación internacional (...)
Nuestra nueva forma de pensar, sin embargo, va aún más lejos. El mundo está viviendo una atmósfera no sólo de peligro nuclear, sino también de grandes problemas sociales sin resolver, de nuevas tensiones provocados por la revolución científico-tecnológica y la agudización de los problemas globales. (...). La acumulación de armamentos, particularmente los nucleares, hacen cada vez más probable que estalle una guerra mundial por accidente, casualmente, ya sea por un fallo técnico o por causa psíquica. En tal caso serían víctimas todos los seres vivos de la Tierra (...)
En una palabra, nosotros, en la dirección soviética, hemos llegado a la conclusión y no nos cansaremos de repetirla, de que es indispensable un nuevo pensamiento político. (...)
¿Cuál es el alcance del nuevo pensamiento político? En realidad, este abarca toda la problemática principal de nuestra época (...)
La política tiene que basarse en realidades. Y la verdad más impresionante del mundo de hoy consiste en la concentración de un colosal arsenal militar, incluido el nuclear, en manos de Estados Unido y de la Unión Soviética. Esto impone a nuestros países una especial responsabilidad ante todo el mundo. Impulsados por esta conciencia, nos esforzamos sinceramente, por sanear las relaciones soviético-norteamericanas, y deseamos alcanzar aunque sea el mínimo de comprensión mutua indispensable para resolver los asuntos de los cuales dependen los destinos del mundo.
Decimos sinceramente que son inaceptables las aspiraciones hegemonistas y las pretensiones globalistas (...)
No tenemos ninguna mala intención hacia el pueblo norteamericano. Queremos y estamos dispuestos a colaborar en todos los ámbitos. Pero la colaboración debe basarse en la igualdad, la compresión y en el avance mutuos.
En ocasiones no sólo nos defrauda, sino que también nos lleva a serias meditaciones el que nuestro país sea percibido en Estados Unidos como un agresor, como «el imperio del mal» (...).
El tiempo corre y podemos perderlo. Hay que actuar. La situación no permite esperar el momento ideal: el diálogo amplio y constructivo es necesario hoy (...).
Estamos lejos de pensar que sólo nuestro enfoque es el veraz. No tenemos recetas universales, pero estamos dispuestos a buscar, franca y honestamente, junto con Estados Unidos y los demás países, las respuestas a todas las interrogantes, aún las más difíciles.

Gorbachov
La Perestroika y la Nueva Mentalidad
1988

http://www.historiasiglo20.org/TEXT/perestroika.htm

La disolución de la URSS

El conjunto de las reformas emprendidas por Gorbachov acabó desencadenando un proceso que desbordó por completo las previsiones iniciales. La Europa del Este se desmoronaba, pero además las reformas no daban en la URSS los resultados previstos. En el ámbito económico, los cambios que se debían producir para pasar de una economía tan centralizada a una economía de mercado provocaron la caída de la productividad y el empeoramiento del nivel de vida de la población. Derrumbe económico del país arrastró las finanzas de los estados satélites de la URSS.
Las primeras reivindicaciones nacionalistas aparecieron en las Repúblicas Bálticas y en las caucásicas en el año 1989. Empezó a entreverse la dificultad de mantener la unión de diferentes naciones, etnias y religiones que configuraban la URSS.

En 1990, se convocaron las primeras elecciones parcialmente pluralistas en las que en muchas repúblicas ganaron las fuerzas políticas independentistas. Lituania declaró inmediatamente su independencia, sentando un precedente para las demás repúblicas que constituían la URSS. El movimiento que definitivamente derrumbó la URSS vino de Rusia, la nación que había construido el imperio zarista, antecesor del estado soviético. En las elecciones, Boris Yeltsin, fue elegido presidente del Parlamento ruso. Desde esa posición de poder, Yeltsin intentó desmantelar todo el sistema comunista mediante medidas que precipitaron el fin de la Unión Soviética.

Por su parte, Gorbachov, intentó controlar el proceso evidente de desintegración territorial, política y económica. En 1991 propuso un nuevo Tratado de la Unión para establecer una relación más equilibrada y equitativa entre las diferentes repúblicas nacionales. Sin embargo, los comunistas ortodoxos trataron de imponer una solución de fuerza, el 19 de agosto de 1991, Gorbachov era secuestrado en su residencia de veraneo en el Mar Negro y un grupo de comunistas de la línea dura se ponían al frente de un golpe militar. La falta de unidad en el ejército y las acciones de protesta popular en Moscú, junto a la actuación de Boris Yeltsin, hicieron fracasar el golpe.


En agosto de 1991, sectores conservadores intentaron un golpe de estado contra el presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov.

Tras el fallido golpe de agosto de 1991, el líder ruso Boris Yeltsin exigió a Gorbachov que suprimiera el partido comunista.

Tras el golpe militar frustrado se precipitó la huida de todas las repúblicas de una Unión Soviética. La nueva República de Rusia, la más extensa, poblada y rica fue la heredera del poder de la URSS. En pocos meses, su presidente Boris Yeltsin inició un proceso destinado a suprimir el comunismo: se disolvió el PCUS y sus bienes fueron confiscados.

En diciembre de 1991, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia acordaron la denominada Declaración de Belovezhskaya Pusha: las tres repúblicas eslavas abandonaban la URSS y formaban una así llamada Confederación de Estados Independientes. En este mismo mes, las repúblicas restantes de la URSS (Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán, Georgia, Tayikistán, Armenia, Azerbaiyán y Kirguizistán) declararon su independencia. La URSS, dejó de existir.

Cada país siguió una evolución distinta, aunque todos encaminaron sus esfuerzos a la instauración de regímenes democráticos. Los casos más notables fueron:

 Rusia, agobiada por todo tipo de problemas, a duras penas consiguió mantener su influencia en algunos de los nuevos estados surgidos de la antigua URSS.
 Georgia, Azerbaiyán y Armenia sufrieron conflictos armados de tipo nacionalista.

Gorbachov intentó crear una Comunidad de Estados independientes (CEI) a la que no quisieron integrarse ni las Repúblicas Bálticas ni Georgia. El día 25 de diciembre de 1991, dimitió como Presidente de la URSS. El mundo bipolar de la guerra fría había tocado a su fin. Anunciado por el presidente Bush a principios de 1991, nacía un "nuevo orden mundial".

Reformas: Perestroika y Glasnot

Una de las reformas más importantes que realizó Gorbachov fue el Perestroika caracterizado por dar mayor autonomía a los directivos de las empresas públicas, esto provocó la aparición de mercados negros y corrupción cuando el pretendía llevar al país hacia una economía de mercado capitalista tras el fracaso comprobado de la economía planificada.

Consciente de la elevada corrupción que imposibilitaba el desarrollo del país, el líder soviético impulsó la política de glasnost. La transparencia informativa se puso de manifiesto en 1986 con motivo del accidente de la central nuclear de Chernobyl (La catástrofe nuclear de Chernobil en Ucrania provocó un escape radioactivo doscientas veces superior al de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, según fuentes de la Organización Mundial de la Salud, y obligó a la evacuación de más de medio millón de personas. Chernobil incrementó la consciencia general de las carencias y limitaciones del sistema económico soviético). Su reforma incluyó además la democratización interna del PCUS, así como la pretensión de la modificación constitucional que permitiera el multipartidismo y la conversión del país en una república presidencialista.

En el plano internacional Gorbachov logró poner fin a la Guerra Fría firmando acuerdos de desarme y de desmantelamiento de armas nucleares con Reagan. Se puso fin a lo que popularmente se llamaba la Guerra de las Galaxias.

Todas estas reformas no contentaron a la población y Gorbachov tuvo que enfrentarse a dos grupos de opositores de su política, los conservadores que veía la Perestroika como una amenaza a su posición de poder, y los reformistas, partidarios de un cambio total y la instauración de un sistema político democrático y de economía de mercado.

Gorbachov en el poder

La llegada al poder en 1985 de Mijael Gorbahov, elegido ese mismo año tras la muerte de Konstantin Chernenko, provocó un cambio político, económico y social en la URSS. Gorbachov era un político relativamente joven partidario de reformas, pero se encontraba ante una situación difícil tras largos años de estancamiento. La economía se hallaba al borde de la bancarrota, la industria era obsoleta y poco competitiva, la defensa del sistema socialista tenía un inmenso coste para la población, debido a la necesidad de atender prioritariamente a la densa militar frente a Estados Unidos. En consecuencia, los niveles de oferta de productos, la innovación en los bienes de consumo y el confort de la población no conseguía mejorar.

El desafío de Reagan y su Iniciativa de Defensa Estratégica había hecho conscientes a los dirigentes soviéticos de sus posibilidades reales de hacer frente a la competencia tecnológica y militar de EE.UU. La URSS necesitaba urgentemente reducir sus gastos militares y enfocar sus inversiones a paliar sus múltiples carencias y deficiencias de la economía soviética.

Reagan y Gorbachov en Moscú, junio de 1988

Gorbachov en el poder

La llegada al poder en 1985 de Mijael Gorbahov, elegido ese mismo año tras la muerte de Konstantin Chernenko, provocó un cambio político, económico y social en la URSS. Gorbachov era un político relativamente joven partidario de reformas, pero se encontraba ante una situación difícil tras largos años de estancamiento. La economía se hallaba al borde de la bancarrota, la industria era obsoleta y poco competitiva, la defensa del sistema socialista tenía un inmenso coste para la población, debido a la necesidad de atender prioritariamente a la densa militar frente a Estados Unidos. En consecuencia, los niveles de oferta de productos, la innovación en los bienes de consumo y el confort de la población no conseguía mejorar.

El desafío de Reagan y su Iniciativa de Defensa Estratégica había hecho conscientes a los dirigentes soviéticos de sus posibilidades reales de hacer frente a la competencia tecnológica y militar de EE.UU. La URSS necesitaba urgentemente reducir sus gastos militares y enfocar sus inversiones a paliar sus múltiples carencias y deficiencias de la economía soviética.

Introducción

La victoria de la URSS en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) supuso la expansión del comunismo por todo el mundo mediante la creación de las llamadas democracias populares. La URSS se convirtió en una superpotencia económica y militar que disputó por el dominio mundial con EEUU con quien mantendría una frenética carrera armamentística en el periodo conocido como la Guerra Fría.

Durante este periodo gobernaron distintos presidentes. Stalin (1927-1953), líder carismático del comunismo. Tras la muerte de éste, tuvo el poder Nikita Jruschev, que realizó un proceso de desestalinización. En 1964 lo sustituyó Leónidas Breznev, que llevó a cabo una de las jefaturas más largas de la URSS. Le sucedieron dos breves mandatos: Yuri Andropov (1982-1984) y Konstanin Cherneko.

La década de 1990 (durante la presidencia de Gorbachov) se inauguró con un acontecimiento inesperado que sorprendió a la comunidad internacional: el colapso y disolución de la Unión Soviética y, con ello, la desaparición del bloque de países socialistas surgido tras la Segunda Guerra Mundial.

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 7)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 6)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 5)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 4)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 3)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 2)

Documental: El colapso de la Unión Soviética (parte 1)